Almirall registra pérdidas de 42,8 millones hasta junio por el deterioro de Seysara
En el primer semestre del año, Almirall registró unas pérdidas de 42,8 millones de euros, números rojos que contrastan con las ganancias de 42,4 millones obtenidas en el primer semestre del ejercicio anterior. Se producen al haber sumido un deterioro por valor de unos 100 millones de euros, principalmente por su tratamiento contra el acné Seysara.
Almirall ha detallado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el deterioro se desglosa en 69 millones atribuibles a Seysara, «por presiones en cuanto al acceso al mercado y los reembolsos», en otros 22 millones a la llamada cartera Legacy de EEUU y en 12 millones por no haber ejercido la opción de compra de la compañía Bioniz Therapeutics.
Sin tener en cuenta factores extraordinarios como ese deterioro contable, Almirall asegura que no se habría anotado pérdidas en el primer semestre del año y que su beneficio habría sido de 57,8 millones de euros hasta junio, un 2,8% menos. En el primer semestre del año, los ingresos totales de la compañía aumentaron un 8,2%, hasta los 416,8 millones de euros.
De ellos, 415,5 millones corresponden a ventas netas, que repuntaron también un 8,2%, y otros 1,3 millones a otros ingresos. El grueso de las ventas netas proviene del mercado europeo, que aportó 343 millones en el primer semestre, un 13% más, mientras que EEUU generó 46 millones, un 11% menos, y otras áreas geográficas reportó unas ventas de 26,5 millones de euros, un 5 % menos.
El negocio dermatológico, que Almirall busca potenciar cada vez más, aportó 187 millones hasta junio, un 13% más, e Ilumetri, un tratamiento para la psoriasis crónica grave, fue el primer producto en ventas, con 36,5 millones de euros generados en el primer semestre, un 105% más. En cuanto al beneficio bruto de explotación o ebitda, sumó 136,6 millones hasta junio, lo que supone un 0,4% menos que en el primer semestre de 2020.
Perspectivas segundo semestre
Almirall espera que el coronavirus siga impactando su negocio este año, si bien confía en una normalización progresiva en el segundo semestre del ejercicio. De esta forma, la compañía ha avanzado que mejora su expectativa de core ebitda para el cierre de 2021, es decir, su beneficio bruto de explotación básico -excluyendo ingresos diferidos de AstraZeneca y otros ingresos- de una horquilla de 190 a 210 millones de euros a entre 195 y 215 millones.
Asimismo, espera que las ventas netas core, es decir, de sus productos principales, crezcan al cierre del año un dígito medio, es decir, que aumenten un 5% respecto a los 755 millones de euros logrados en 2020.